«Las Mariposas de Mictlán».

«El futuro es una ilusión tecnológica,
el presente una verdad en constante lucha,
el pasado es la raíz de nuestras acciones.
Nuestro peso no es en kilos, es en gramos de buenas acciones».

La divinidad de la mujer serpiente de nuestras bellas raíces «Coatlicue» nos muestra la verdadera esencia del poder femenino. Contrario a lo que el ser humano filósofo y erudito define en ellas, la amargura de su corazón es igual a la falta de grados de calor de aquellas almas libres del martirio de seguir las leyes de la iglesia…

«La brújula de la vida».

«El destino condenó mi alma a la soledad,

Y el mundo descubrió mi último poder,

El poder del silencio…».

No hay pieza más grande que el tatuaje de los versos. No existe mayor desgracia que la saturación de la mente.

Aquél lugar que aguarda los secretos de la felicidad y también los secretos después de la muerte.